mitos del marketing

Cuando escuchas una frase muchas veces, tiendes a creer que es cierta y no la cuestionas. Algo así como el dicho “Una mentira dicha mil veces se convierte en verdad”. Consecuencia de ello, debes cuestionar todo aquello que escuches, hasta que seas capaz de llegar a tus propias conclusiones. Este consejo es particularmente importante para aplicarlo al mundo del posicionamiento web.

En este sentido, muchas personas que incursionan en este mundo se frustran porque siguen alguna estrategia que da resultado a la mayoría y a ellos no. En ocasiones, se muestran a tales estrategias como infalibles, sin embargo, hoy vamos a desafiar algunas supuestas verdades que existen desde hace tiempo en el mundo del marketing digital.

Mito #1. Es indispensable que te mantengas actualizado sobre todos los cambios en el marketing

Cualquiera que sepa un poco de marketing digital sabe que esta es una industria que está en constante evolución. Ahora bien, esta evolución es tan rápida que seguirle el ritmo parece casi imposible. Solo a modo de ejemplo, tomemos el caso de aquellos que intentamos tener mayor presencia en buscadores como Google. Al respecto, algunos especialistas sostienen que Google hace dos o tres actualizaciones cada día.

Entonces imaginemos el tiempo que necesitaríamos para poder realizarle un seguimiento y mantenernos actualizados sobre cada cambio que tales modificaciones significarían para el marketing.

Por supuesto es muy importante mantenerse al día, pero es posible que al invertir tanto tiempo en hacerle un seguimiento a cada cambio en el marketing termine por perjudicar la calidad de nuestro contenido u otras estrategias dirigidas a fidelizar a nuestros usuarios.

No dejes de informarte sobre los cambios y actualizaciones en el mundo del posicionamiento web, pero no lo tomes como una obsesión o trates de implementar cada cambio de forma inmediata. Concéntrate en aspectos muy importantes y que sean necesarios, no en cada pequeño detalle.

Mito #2. Hazlo gratis y no gastes dinero

A las personas les gustan las cosas gratis y si además pueden ganar dinero con eso, mejor aún. Si buscas en Google algún tema de marketing junto a la palabra “gratis” encontrarás millones de resultados e incluso artículos muy engañosos que te hablarán de las maravillas de usar herramientas de marketing gratuitas.

La realidad es que las herramientas gratuitas son excelentes (y en algunos casos suficientes), pero definitivamente no son las mejores. Seguro has escuchado que “lo barato sale caro”, a lo que podemos agregar que “lo gratis sale aún más caro”.

No obstante, en modo alguno estamos señalando que no utilices o pruebes una herramienta gratuita. Si apenas estás comenzando con tu negocio, es aconsejable que aprendas lo básico sobre SEO utilizando herramientas gratis de marketing digital. Las mejores plataformas online de herramientas SEO tienen versiones gratuitas o de prueba, como es el caso de Gokoom, que te permiten evaluarlas antes de que inviertas tu dinero en ellas.

Sin embargo, normalmente llega el tiempo en el que las ganancias comienzan a disminuir si solo usas las herramientas gratuitas. Si quieres mantenerte en el negocio y obtener más ganancias, a la larga tendrás que invertir dinero.

Si las herramientas gratis fueran la solución definitiva para ganar dinero, no existieran las de pago. Por algo los profesionales más exitosos de la industria invierten dinero en las herramientas SEO que utilizan. Así que, recuerda siempre que cuando se trata de herramientas para tu trabajo, lo mejor no es gratis. Siempre pagas por las cosas que obtienes, ya sea con tiempo, con dinero de tu bolsillo o dejando de percibir ganancias.

Si quieres tener éxito en el terreno del marketing digital y no esperar cinco o diez años para lograrlo, es necesario invertir algo de dinero. Sólo debes hacerlo de forma sabia y oportuna.

Mito #3. Evita (a todo coste) las ventanas emergentes o pop-ups.

Algunos profesionales del marketing digital son enemigos a muerte de los pop-ups. Es común escucharlos decir: ¡Nunca visites ningún sitio web con ventanas emergentes! o ¡los pop-ups son molestos e indeseables, hacen que la experiencia de los usuarios sea muy negativa!

Esto es una posición muy radical al respecto. En realidad, si las utilizas bien, las ventanas emergentes funcionan. Incluso son una excelente herramienta que puede ayudarte a aumentar tu tasa de conversión.

Lo que si no debes hacer es convertir a dichas ventanas en una forma de spam a las personas que visitan tu sitio. Se trata de usar las ventanas emergentes de manera correcta, por lo que para beneficiarte de esta herramienta necesitas entender cómo funcionan los pop-ups en la actualidad.

Pop-ups en dispositivos móviles

En el 2017 Google comenzó a penalizar las páginas para sitios móviles que usan los llamados “intersticiales intrusivos”. Como no es un término común te explico que los intersticiales intrusivos son las ventanas emergentes que se pueden cerrar y que cubren el contenido principal del sitio.

Esta actualización, se refiere específicamente a los sitios móviles, por lo que no es recomendable utilizar pop-ups en sitios diseñados para dispositivos móviles. Además, En la mayoría de los casos, no son eficaces, la combinación de pantallas pequeñas y manipulación con los dedos hacen que los pop-ups sean poco efectivos en estos dispositivos. En pocas palabras, no debes poner ventanas emergentes para dispositivos móviles.

Ya descartamos los pop-ups para los móviles, pero aún quedan dispositivos de escritorio (aquí es donde son útiles). Analicemos qué tipos de ventanas emergente existen y cuales son de utilidad.

Tipos de ventanas emergentes  

Existen tres grandes tipos de ventanas emergentes:

① De nueva ventana

Son los que generan una ventana nueva que emerge sobre el contenido. En la actualidad la mayoría de los navegadores los bloquean.

② Las superposiciones

Son los más usados. Estos pop-ups se muestran en la misma ventana, son muy poco intrusivos y no entorpecen la experiencia del usuario.

③ Los intersticiales

Estos son pop-ups que no se pueden cerrar o no responden, aparecen sin participación del usuario y cubren la mayoría del contenido.

En resumen, los pop-ups que funcionan mejor son los que responden a una determinada condición (como que el usuario permanezca un tiempo determinado en la página, decida salir, etc). Además, deben ser fáciles de cerrar y no tener un diseño molesto.